Mariano pide paso

‘Hat-trick’ sonado. Miércoles feliz en el santuario de La Castellana. Casi 50.000 fieles se olvidaron del score de la ida (1-7) y del frío otoñal de Madrid. Entre ellos, más de un millar de leoneses que dieron color y calor al partido copero. Gente sana y sencilla, que me mostró su pasión compartida: “Roncero, somos del Madrid y de la Cultural. Que empaten esta noche y todos contentos”. Un deseo-sentimiento que reventó Mariano, un depredador del área que se tomó el partido como si fuese la final de la Champions. El hispano-dominicano (nació en Premiá de Mar, pero su madre es dominicana) presentó su candidatura para el Clásico. Ya sé que Zidane tiene tomada su decisión y el titular será Benzema, pero me gusta que el chaval se rebele y llame a la puerta del marsellés con la fiereza de un ejército de espartanos en las Termópilas. Metió un gol con el pie (tras perfecta asistencia de Asensio), uno tras un control de espaldas y un cañonazo formidable (el segundo) y cerró su serie con un buen cabezazo. Un killer del área despiadado, que huele la presa, que no descansa en busca de más goles, que tuvo los bemoles de negarse a irse en verano con tal de demostrar que la camiseta blanca no le pesa. De hecho, eligió el número 18. Sumen sus dos dígitos: 1+8=9. Su puesto. Un delantero centro clásico que aspira a jugar ante el Barça, aunque sea en los minutos finales que a menudo determinan la suerte de esos duelos. El Bernabéu aclamó al chaval. Benzema, Morata, Cristiano... Y Mariano. Ningún equipo del mundo tiene tan bien cubierto ese puesto. Así da gusto. Y lo llevan bien. Morata fue el primero en abrazar y felicitar al héroe de la noche cuando éste entró en el vestuario tras consumarse el 6-1 a los leoneses.

Cantera power. Estos bolos coperos tienen un encanto especial. Una lástima que la Federación recuperara la fórmula del doble partido, lo que resta bastantes posibilidades de ver una campanada. Pero al menos la falta de emoción se suple con estos ensayos que permiten a los aficionados testar a los futbolistas que forman la segunda línea. Enzo Zidane disfrutó de su debut oficial a lo grande. Gol ante la vista de su padre (en el banquillo) y su madre (en la grada). Sanchís ya lo hizo en La Condomina, en el que fue el verdadero bautizo de la Quinta del Buitre (1984). También cumplió Tejero (sobrio en ambos laterales). Odegaard es como un perfume. Gotitas de calidad, pero el olor se esfuma demasiado rápido. Asensio, bien y generoso. Casemiro, activo, metido en faena y con ansia por ganarse un hueco en el Clásico. Pero no lo veo todavía. Kovacic se ha ganado ser titular ante la tropa de Luis Enrique. Sólo una nota discordante: James. Buen gol de cabeza. “Y nada más”, como termina el himno de la Décima. El colombiano se ha rendido y no disimula. Un auténtica pena.

“¡A por el Barça!”. Es el sentimiento de optimismo que me trasladan las peñas Alameda de la Sagra y Yepes (Toledo), Pimentonera de Jaraiz de la Vera, Coyantina de Valencia de Don Juan, La Bañeza, El Bierzo, El Cid de Burgos, así como Marcelino de Guardo (un madridista fetén), Diego Lope Nievas (un joven de Fuensanta que está enfermo y recuperó la sonrisa gracias a la camiseta dedicada de Cristiano que le regaló esta semana la Fundación ‘Juanito Maravilla’), y Juanjo Altares de la Peña Carabaña, que se nos despidió para siempre dejando a su Madrid líder en la Liga y campeón de Europa. Juanjo, tu espíritu nos llevará al triunfo en el Camp Nou. ¡Va por ti, amigo!