Desde Félix Rodríguez de la Fuente no se había hablado tanto de naturaleza salvaje en Sant Adrià como ayer. Quique se inspiró en Phil Jackson, entrenador de los Bulls de Jordan, quien a su vez había parafraseado a Rudyard Kipling, para condensar en una frase lo que puede ser este Atlético-Espanyol: “La fuerza del lobo es la manada”. El espíritu de ‘El libro de la selva’ sobrevuela la última visita de los pericos al Calderón. Y la primera en el banquillo visitante desde que se fue el entrenador con el que empezó todo para los rojiblancos. Y en el inicio de un proyecto que, salvando las distancias, rezuma ambición.

Que para Simeone el lobo es la fuerza de la manada lo sabe ya todo el universo futbolístico. De su trabajo más solidario que el de una ONG han nacido éxitos que antes de ganar la Europa League con Quique (el primer título rojiblanco en 14 años) ni se podían imaginar en el Atlético. Lo atractivo del encuentro de esta noche es que el nuevo Espanyol de Chen Yansheng está creciendo bajo este mismo espíritu. Basta con hacer un seguimiento a su punta, Gerard Moreno, que se sacrifica en defensa lo mismo que algunos centrales de otros equipos. El orden atrás, el despliegue ofensivo al contraataque, el corazón con que pretenden encandilar a sus aficiones y hasta la estrategia... Son cualidades innegociables de ambos equipos. Es la fuerza de la manada.