Pablo Laso cumple hoy 400 partidos como entrenador del Madrid de baloncesto. ¡Enhorabuena! Porque para llegar a esa cifra hacen falta muchas victorias y muchos títulos. De otra manera no hay afición ni directiva que aguante un entrenador tanto tiempo. En el mismo Madrid tenemos un ejemplo de ello. Desde que Lolo Sainz dejara el equipo tras la temporada 1988-89, nadie ha conseguido durar —y ganar—, tanto como Laso. No habrá sido por falta de candidatos, algunos de ellos ilustres: Karl, Brabender, Pinedo, Jareño, Luyk, Obradovic, Martín, Lorente, Scariolo, Imbroda, Lamas, Maljkovic, Plaza, Messina y Molin. De esta manera, Laso pasa a ocupar el podio de los mejores entrenadores madridistas de la historia, junto a Pedro Ferrándiz y Lolo Sainz.

Ferrándiz lo consiguió con Sainz, Emiliano, Sevillano, Luyk... Sainz, con Corbalán, Fernando Martín, Walter, Delibasic, Petrovic... Laso, con los jugadores que deja libres la NBA, más Llull, que no se ha querido ir. Gran mérito el de Laso, quien se ha ido ganando la confianza a base de resultados para mejorar la calidad de la plantilla hasta formar un auténtico equipo. Laso, por cierto, no era la opción del Madrid cuando le fichó en 2011. Messina había dejado un proyecto inacabado, y se buscó un entrenador de cierto prestigio para sustituirle. Repesa, que había entrenado en Croacia, Turquía e Italia, fue el elegido, pero Florentino Pérez pidió que se fichara un técnico de caché más bajo. Laso, tras dejar decimocuarto al Gipuzkoa en la Liga, fue el elegido. Y, felizmente, hasta hoy.