El Real 'extra-time'

Jet-lag.- En el minuto 46 marcó Benzema. En el 93 lo hizo Cristiano. Sergio Ramos ha creado escuela y el madridismo disfruta de su equipo invencible. Ya son 36 encuentros consecutivos sin conocer la derrota. Y eso que ayer era un partido-trampa. Que nadie lo olvide. Después de tres días en Japón intentando conciliar el sueño tras un jet-lag brutal, el América de México aparecía como una amenaza por ese carácter ‘lavolpiano’ de su técnico argentino, que lo había convertido en un rival sin fisuras (llevaban 15 partidos seguidos sin perder). Pero este Madrid de Zidane tiene muchos registros y sabe manejar los duelos con un sentido camaleónico del fútbol. Si toca a rebato, allá va el Séptimo de Caballería. Si hay que tener paciencia y amasar el pan, se hace sin prisa y buscando un agujerito en el muro defensivo amarillo de los aztecas para salir airoso del trance.

El Zizou team.- El Madrid se metió en la final con una precisión quirúrgica. Y lo hizo en esa ‘Zona Ramos’ que tanto le gusta. Marcar en los dos descuentos demuestra cómo se están especializando en la materia. Ramos nos había acostumbrado a los goles postreros antes de que sonase la bocina final. Pero Benzema inauguró ayer la sección ‘del descanso’. Cuando todos rumiaban un insulso empate sin goles en el receso, allá apareció Kroos para filtrar un pase estupendo que convirtió en delicatessen Karim con un golpeo maravilloso con el exterior del pie. 1-0 y las ilusiones de La Volpe y sus chicos al garete. El Madrid rentabiliza al máximo su talento individual y pone al colectivo a jugar para ellos. Modric elabora y colabora, Kroos evita los atascos de tráfico, Casemiro quita los baches que aparecen en el camino, y Lucas Vázquez y Marcelo son dos tuneladoras por las bandas. Sin grandes fastos, el Madrid termina aburriendo al enemigo de turno y lo aparta sin titubeos. No hay empacho, no hay sobredosis de espectáculo, pero no le hace falta. Hay algo de espíritu funcionarial en este Madrid de Zidane que lo hace más rocoso todavía. Sinceramente, no le veo fecha de caducidad a esta racha triunfal…

Cristiano, 500.- Nos recuerda Míster Chip que en sus tres clubes ya ha firmado Cristiano 500 goles como profesional. Con el Madrid 377, 118 con el United y 5 con el Sporting de Portugal. La voracidad del crack sigue indemne pese a sus cuatro Balones de Oro. Esta vez tuvo que esperar al último suspiro de la semifinal, aunque los espabilados de la sala de vídeos quisieron quitarle su primer gol en un Mundial de Clubes con la camiseta blanca (en Marrakech no marcó hace dos años). Era posición legal y menos mal que el árbitro paraguayo rectificó y le dio validez. Me gusta lo del videoarbitraje, pero haciéndolo bien y sin estas frivolidades. Hasta 2018 tenemos tiempo para perfeccionar el invento, señores…

Made in Spain.- En las desangeladas gradas del Yokohama Stadium vi a muchos de mis amigos peñistas españoles que se han cruzado medio planeta para animar a su equipo del alma. Y muchos japoneses que lucieron orgullosos sus zamarras del Madrid. Lo bueno de este equipo es que no tiene fronteras. Como dice la canción que se canta el Bernabéu en las noches de Champions: “En España, el Real; en Europa, en el Real; en el Mundo, el Real; y hoy y por siempre, Real Madrid”. Y ojo el domingo a los japoneses del Kashima. Corren como balas y juegan en casa. Con humildad, a por el Mundial de Clubes. De Mundialito, nada. ¡MUNDIALAZO!