Singapur y la diferencia cultural

Layhoon Chan repartió estopa básicamente a los futbolistas y a los Yomus. De soslayo a García Pitarch y Prandelli (“les exigimos resultados”) y nula autocrítica a su gestión en el Valencia. Al contrario, la presidenta recalcó que la crisis es “solo deportiva” y “no institucional”, como si la credibilidad de Meriton Holdings fuera la misma en Valencia que hace dos años o como si el vacío Mestalla (23.000 personas contra el Málaga) fueran solo cosa del mal tiempo y no del desapego que reina entre la afición.

De las palabras de Layhoon Chan, dos conclusiones: una, habrá fichajes en enero para alejarse del descenso; dos, habrá de nuevo ventas en verano porque, en el mejor de los casos, el Valencia acabará fuera de Europa y 120 millones de coste de plantilla, no hay presupuesto que lo tolere sin el maná de la Champions. De su discurso queda también la frase: “Yo soy Peter Lim, ¿lo entendéis, no?”. Y qué quiere que le diga. Se entiende el modelo empresarial, sí. El concepto de multinacional. Pero esto es fútbol, pasión, y el aficionado de Benaguasil o Requena, que mataría por ser solo un día el amo del Valencia, no entiende que el que lo es no pise Mestalla desde mayo. Ni tampoco el jugador siente el hierro de la misma manera cuando ni conoce al que le paga que cuando éste baja al vestuario maldiciendo.