Impresiona la sede... y Ceferin

Misión cumplida. El nuevo presidente de la UEFA se marchó encantado de Bilbao. Ha visto implicación, infraestructuras y, sobre todo, ha percibido el aroma a fútbol que desprende la ciudad. No hay que olvidar que el viejo San Mamés ya fue sede en el Mundial 82, con un partidazo como el Francia-Inglaterra en el foco. Aún se recuerdan las caravanas de autobuses galos y la invasión de hinchas ingleses, entonces más descontrolados por el fenómeno hooligan. Es una sede para presumirla.

A Ceferin le encantó el nuevo campo, con aire inglés. Y también que se diese protagonismo a un mito como Iribar por encima del aroma político, aunque el alcalde sea muy futbolero. Hay que recordar que El Txopo ya participó en el sorteo de la Euro 2016 en Niza con un gran elenco de porteros. Para el bilbaíno Villar también supone una satisfacción personal y un respiro. Por aquí han pasado últimamente de éxito en éxito la Vuelta a España dos veces y un Mundial de Baloncesto. El Athletic y la ciudad acogerían antes con gran alegría una final de la Europa League. Serviría como test perfecto para la Eurocopa. La UEFA tomó nota de la hospitalidad de los bilbaínos y del hambre por crecer de un club con una filosofía tan singular, modelo de fair play. El abogado que ha suplido a Platini pinta bien. Fue todo amabilidad, sin altanería.