Es un jardín bien cuidado

Que sigan diciendo que Zinedine Zidane tiene suerte. Que sigan explicando que el entrenador del Madrid vive los partidos con una flor en la mano. Mientras hablan e intentan analizar con desprecio los logros del francés, el equipo blanco acumula títulos y récords. Y Zizou agranda su leyenda. Si tanto les gusta usar metáforas agronómicas, les contestaría que no es una flor que permite al míster ganarlo todo, sino haber labrado su jardín con fuerza y coraje, haber sembrado con ilusión e inteligencia y tenerlo siempre bien cuidado ahí, en el secreto de Valdebebas. El sentido común de Zizou no está comprendido por esta gente que sí que tiene muchas plantas salvajes en la cabeza y que van a buscarle peros cuando habría solamente que disfrutar de la suerte de tenerle al mando del equipo.

Si Zidane hubiera hecho caso a las encuestas y los órdagos de estos grupos de presión que son incapaces de mirar a medio o largo plazo, el Madrid no sería el nuevo campeón del mundo. Así de claro. Porque Benzema ni siquiera hubiera viajado a Japón y Cristiano hubiera sido sustituido antes de la prórroga, es decir antes de marcar el doblete de la victoria. Pero resulta que Zizou hace lo que quiere y que por eso mismo le está saliendo todo de cara. El técnico madridista ha defendido a su número nueve y le ha puesto de titular porque sabía mejor que nadie que Benzema necesitaba coger ritmo de competición para llegar a tope al momento cumbre de este final de año. Venga, como diría el gran Guti, y para seguir con la jardinería, que el que no lo entienda “se vaya a recoger amapolas”.