El Atleti debe ser otra vez ese equipo incómodo

Soy de los que pienso que las vacaciones este año vienen en el mejor momento para el equipo rojiblanco. Los atléticos, a parte de disfrutar con los suyos y brindar por un espectacular 2016, tienen que coger energía y resetearse para volver en el 2017 sin dudas y con el convencimiento del camino a seguir. Decía Godín después del partido ante la Unión Deportiva Las Palmas que ellos juegan para ganar, no para gustar. Me sonó como un grito para aquellos que se hayan olvidado de dónde viene este Atlético de Madrid. Quizás sean los dos puntos a brindar estas fiestas para volver a ser de nuevo el equipo incómodo y eso se consigue a través del convencimiento pleno y con un óptimo estado físico.

Pasó de nuevo el sábado. Al equipo que salió arrollador le faltó eficacia y contundencia para ponerse por delante. A Griezmann y Gameiro les faltó de nuevo esa frescura para aprovechar la ventaja con la que llegan a los últimos metros. Algo parecido le sucedió a un confuso Koke, un futbolista indiscutible en este equipo al que veo sufriendo en los últimos encuentros. La nota positiva fue la actuación de Moyá, recordando que es un gran sustituto de Oblak y la frescura de Vrsaljko en banda derecha, el croata es como si fuese a otra velocidad. Sabemos que el fútbol no tiene memoria pero mi brindis va por ese maravilloso 2016 que ofreció esta plantilla y un contra brindis para un futuro de plenitud física y de convencimiento para que vuelva a verse a ese equipo incómodo que ha cautivado al mundo por hacer de jugar con la máxima intensidad un espectáculo.