A Simeone, parece, las vacaciones le han sentado bien: los cambios que maduró en éstas le están funcionando. La banda derecha compuesta por Vrsaljko y Juanfran funcionó en Las Palmas y comienza a recordar la mejor versión de Juanfran y Arda que tanto hizo disfrutar a la afición en el Calderón. Pero el Cholo donde sigue insistiendo es en Giménez en el centro: busca la consistencia, solidez y aires de equipo curtido, y en ocasiones casi invencible, de años anteriores. El uruguayo (siguiendo los pasos de su maestro Godín) parece que sintoniza con esta nueva versión y ha comenzado a convertirse en imprescindible ahí. Atrás quedaron los intentos de un fútbol más llamativo pero menoz eficaz para este Atleti. Ante el Eibar, el equipo tendrá la ocasión de demostrarse a sí mismo que está en el camino adecuado.

Estas, la posibilidad de reconvertir (y acertar) a tus jugadores, es la gran ventaja de tener una plantilla amplia y con un listón de calidad bastante importante. La penitencia sigue siendo la efectividad goleadora. Y por eso no es extraño que, en Ipurua, el Cholo medite tirar de Fernando Torres para intentar encontrar los goles que tanto le cuesta hacer a su equipo. El Atleti sabe que en enero tiene un calendario más asequible para coger el ritmo que busca, sobre todo teniendo en cuenta que en febrero llega la eliminatoria contra el Bayer Leverkusen y la Champions sigue siendo una de las grandes prioridades (junto a la Copa del Rey). Tampoco estaría mal que se aplicasen más en las jugadas de estrategia e inventaran algo nuevo: esta temporada no están siendo un equipo que asuste en este apartado.