Borbalán acertó en lo importante, pero tuvo lunares

En un partido intenso, clásico de Copa, el árbitro Fernández Borbalán estuvo acertado con dos fallos (el codazo de Aduriz a Umtiti que no vio y el penalti de Etxeita a Neymar) importantes en toda su labor, que fue mucha y complicada por el exceso de faltas que se produjeron en la segunda parte y a las protestas de los jugadores del Barça en la primera.

En el minuto 17, Raúl García hace una fuerte entrada a Neymar por detrás, que se saldó con amarilla, pero también podía haber sido de otro color.

En el 20’, Piqué reclama penalti de Iraizoz, cuando le entra con la rodilla, pero el jugador del Barça ya había rematado por encima del larguero. En el 36’, hay una fuerte entrada de Aduriz con el codo por delante a Umtiti, en el saque de un córner, en el que, a la vez, hubo un empujón descarado de Piqué a Raúl García; el árbitro mandó seguir y Aduriz se salvó de la tarjeta roja. Tres minutos después entró Umtiti al campo y amenazó e insultó a Aduriz; el árbitro, salomónicamente, amonestó a los dos.

En la prolongación del primer tiempo (46’+), Etxeita le mete la pierna y el brazo dentro del área a Neymar, que le echa teatro, pero que era penalti. Como consecuencia hubo tres amonestados.

El gol del Barça (52’) fue ejecutado por Messi y aunque protestó Iraizoz, el balón entró dentro de la portería. Gol bien concedido. En el 74’ y en el 81’ las segundas tarjetas a Raúl García e Iturraspe, que les supuso la roja, fueron correctas. Fernández Borbalán acertó en lo importante.