El futuro de James pasa por Madrid, no por el dinero chino

Con Diego Maradona alineado en el Team FIFA de Infantino y la oficialización de los Mundiales con 48 equipos, la onda expansiva de la Superliga china —que lo compra todo con dinero— se va convirtiendo en un poder difícil de frenar. Le llaman democratización del fútbol a esa tendencia a que los países sin tradición futbolera empiecen a colarse en las secciones deportivas de los medios del mundo por sus fichajes millonarios. Una apuesta tan rentable como incierta para la carrera de los futbolistas.

Así, los chinos tocaron las puertas del Madrid en diciembre para proponer un negocio por el pase de James, quien había hecho público su descontento en el Mundial de Clubes por la falta de minutos en la era Zidane. Un salario de 30 millones de euros netos al año era el principal anzuelo para el colombiano quien, sin embargo, rechazó la oferta. Decidió seguir peleando por encontrar un lugar en el equipo del francés. Las cosas van saliendo según el plan con 135 minutos de buen rendimiento frente al Sevilla y el Granada.

Después de un año difícil en el que se cuestionó su buen juicio y responsabilidad, la decisión de James alienta. El crack apostó por refrendar que es un jugador de élite, por seguir haciendo carrera en esos clubes en los que cuesta brillar. A sus 25 años, aún le interesa más la gloria deportiva que un aumento descomunal en su cuenta bancaria. Desde China seguirán insistiendo para hacer crecer su ejército de embajadores en el mundo. No todos se dejarán tentar. Pero el futuro próximo de James está en el Madrid o en otro grande de Europa por el momento...