Hay decisiones de los entrenadores difíciles de entender y otras que son imposibles. El caso Álex Bergantiños es de las segundas. El canterano, a la par que capitán, es el único descarte ante el Alavés junto a Tyton. No ha debutado en LaLiga y fue titular en Copa ante el Betis, comiéndose además el marrón de jugar de mediapunta cuando es una pivote defensivo. Cierto que es difícil que dé un 10, pero también que baje del 5. Le queda otro año, entrena a fondo, no alza la voz nunca y ha nacido en A Coruña.

Es posible que lo que parecen virtudes sean su condena. No dudo que la decisión de Garitano es estrictamente deportiva, pero es acabar de hundir a un jugador que si no hace las maletas será complicado de recuperar en caso de necesidad. Y puede que suceda, porque Babel se marchó, los refuerzos no llegan y las bajas ante el apretado calendario empiezan a apretar. De hecho, el técnico vasco tiene hoy una complicada papeleta. Albentosa y Sidnei están justitos, y sólo hay tres centrales. Andone vive al límite y las bandas ya son un erial. Tanto, que Borja Valle estaba prácticamente cedido al Elche y hoy será titular en Mendizorroza. La pregunta es si la Copa aún le interesa al Deportivo con este panorama. La lógica dice que no demasiado, pero también que Bergantiños debería jugar hoy.