Copa del Rey, no; Copa ACB

Ya hay emparejamientos para la Copa de baloncesto, la competición estrella mal llamada Copa del Rey. Sería, si acaso, Copa ACB, pues está reservada a los equipos que pertenecen a esta asociación. Una Copa del Rey, como su nombre indica, ha de ser de todos, y cualquier equipo debería tener la oportunidad de ganarla. Es el gran atractivo de esta competición, abierta a las sorpresas como ninguna si se disputa desde abajo con eliminatorias previas. En el baloncesto, el Alcorcón y el Eibar nunca tendrían la ocasión de estar en los cuartos de la Copa, como sí se encuentran en la de fútbol. En la Copa ACB eso no es posible. Es más, ni siquiera todos los equipos ACB la disputan. Sólo participan los siete primeros de la Liga, más el anfitrión. La primera vuelta de la Liga sirve de criba.

Otro de los valores de una Copa del Rey es que es solidaria. Permite a los modestos hacer grandes recaudaciones si el sorteo les favorece. Gracias a este sistema, la Cultural y el Guijuelo se han visto favorecidos esta temporada con las visitas del Madrid y Atlético, respectivamente. En el baloncesto, el Madrid o el Barcelona nunca jugarán en Oviedo, Palencia, Burgos, A Coruña, Melilla, Castellón, Logroño, etc, donde, como en otras ciudades, también hay baloncesto, pero no ACB. Copa de baloncesto, ¡sí! Y con el formato actual de cuatro días con ocho equipos. Pero con los ocho que hayan llegado de eliminatorias previas. Celebradas, primero, entre los LEB Plata, luego con los Oro y, finalmente con los ACB. Una vez en cuartos, los clasificados, a la gran final a ocho de ahora. Entonces sí sería una Copa del Rey.