Ali Bongo, el jefe de Camacho

La Copa de África tiene varias incompatibilidades con Camacho, además del calor. El torneo, como en tantas otras ediciones, es una oda a la anarquía táctica. Posiblemente, la Copa de África es el campeonato en el que los delanteros disfrutan más. Es una cita en la que parece que está mal visto defender bien. Se van sucediendo los partidos y lo que va quedando son buenos detalles técnicos, alegría goleadora y fallos garrafales atrás, como el de Gabón ayer en su partido contra Burkina Faso. Es como si defender no fuera con el jugador africano. Esa preocupación no es propia del continente. Y, claro, esto sí que hace sudar a Camacho.

Gabón se jugará el pase el domingo ante Camerún, que también está obligada a ganar en previsión de que Burkina Faso gane a Guinea-Bissau. Para Camacho es una situación límite. El presidente de Gabón, Ali Bongo exige pasar de ronda. Así se lo ha hecho saber a Deco, el valedor de Camacho. El exseleccionador ha recibido el mensaje. Hará lo que esté en su mano, pero no va a ser fácil. Han llegado imágenes de sus entrenamientos. Mientras Camacho se afana en explicarle a los defensas que deben cubrir al delantero desde atrás, la tropa está a otra cosa.

C omo no parece que haya tiempo para pulir el sistema defensivo mucho más, en lo que se ha volcado Camacho es en inculcar el sistema ofensivo: patadón y balón largo a Aubameyang cada vez que se pueda. Lo que técnicamente viene llamándose ‘fútbol directo’. De esto vamos a ver mucho el domingo, un día de emociones fuertes y de calor en Libreville. En el banquillo, Camacho; en el palco, Ali Bongo. Máxima tensión.