Que el partido más complicado ante el rival más difícil del grupo resulte el más fácil para España, dice mucho de la Selección, porque este encuentro se decidió en la primera parte gracias a un final espectacular, con la defensa formada y con los extremos, Fernández y Balaguer, letales en las finalizaciones, y aprovechando el buen trabajo de Rodrigo Corrales en la portería, que ratifica la confianza del seleccionador Jordi Ribera en los porteros, que han sido en días consecutivos los mejores del partido, porque ante Macedonia lo fue Gonzalo Pérez de Vargas.

Eslovenia no ha tenido un buen día en ataque, y ha estado superada durante todo el encuentro. Cuando mediada la primera mitad los Hispanos tomaron ventaja, ya no hubo ocasión de que los hombres de Veselin Vujovic se metiesen en el encuentro, porque la defensa de España les provocó muchas pérdidas, y casi todas fueron contestadas por el contragolpe. Ha sido una gran victoria, que al final hasta ha parecido sencilla, lo que tiene un mérito mayor si cabe, porque los eslovenos no son el equipo vulgar que pareció en este choque.