Benzema tiene que espabilar

El Bernabéu se rebrincó contra Benzema después de un par de fallos del francés ante el gol y una actitud pasiva que ya empieza a ser demasiado habitual. Karim es muy bueno, de eso no hay duda, pero el público se cansa de ver cómo el delantero referencia del equipo da muchas veces la sensación de que ni siente ni padece. Ayer no hizo su peor partido, pero cuando la cosa se puso dura siguió con cara de póker y el personal se dio cuenta a la primera. Benzema tiene el apoyo incondicional de su entrenador, pero debería utilizarlo para crecerse y no para acomodarse. Son ya demasiados partidos en los que el francés sale del campo sin sudar y, con tanto suplente con ganas de comerse el campo, la cosa canta demasiado.

Ver a Cristiano desacertado pero dejándose la piel echando una mano atrás hasta el último suspiro y al delantero francés trotando viéndolas venir, es un cantazo que no pasa desapercibido ni para el público ni para sus compañeros. Queda la parte más importante de la temporada y Karim está a tiempo de cambiar pitos por aplausos, pero necesita entender que cuando la necesidad aprieta la calidad no es suficiente. Lo de ayer es un aviso claro de que el público le tiene en el punto de mira y no le va a permitir demasiadas siestas de aquí a final de temporada.