Nadal tiene tiempo; Federer, no

Ganó Federer, y ganó bien, aunque por lo apretado del resultado hubiera podido ganar cualquiera. Ganó el tenis, porque al margen de las afinidades que puedan despertar los dos jugadores, una final Federer-Nadal no pasa precisamente desapercibida. Federer camina hacia la leyenda como el mejor jugador de la historia; Nadal, como el tenista capaz de ponerse a su altura. Aún tiene tiempo. Federer sumó su 18º Grand Slam; Nadal se quedó en 14. Con que gane uno al año hasta que alcance la edad que tiene Federer ahora, le daría hasta para superarle. Ahora hay que esperar a la reacción de Djokovic y Murray. La prematura eliminación de ambos en Australia les causó daños colaterales añadidos a causa de lo inesperadamente lejos que llegaron Federer y Nadal.

Tanto uno como otro han vuelto a las pistas con unas mejoras evidentes en su juego. No hay que menospreciar la victoria del suizo, porque no se encontrara en su camino a Djokovic ni a Murray. Los números de Federer en Australia son para analizar: 21 sets ganados y 7 perdidos, 151 juegos a favor y 111 en contra, 179 golpes ganadores más que sus rivales... Esto se traduce en un mayor rendimiento —136 puntos ganados más que sus rivales— con menor esfuerzo —998,9 metros menos recorridos—, lo cual le permite disputar cinco sets sin gran merma física. Y de los siete jugadores a los que ha ganado, cuatro eran top-10: Nadal, Wawrinka, Nishikori y Berdych. Enorme mérito esta victoria de Federer, quien con 35 años ha hecho suyo el presente. El futuro es más difícil, pero ya se verá.