Sobre la vuelta y la ida de Torres

En la vorágine informativa que vivimos hay que mantener la calma y la pausa para analizar los acontecimientos. Hay cosas que pasan de soslayo, declaraciones que duran lo que dura la alerta de la app de AS, un click o un post de Facebook. Esa inmediatez en la producción frenética de noticias y en el consumo de información provoca que, desde el periodismo, descuidemos nuestras funciones. Como ejemplo pongo unas declaraciones de Fernando Torres en la Gala de la Asociación de la Prensa Deportiva de Madrid: El Niño deslizó en ellas que está en la rampa de salida del Atleti. “Juego cada partido como si fuera el último”, manifestó para acto seguido pedir, con su aplomo y sentido común habitual, que no se montara un debate como hace un año sobre si el Atleti debe ampliar su contrato que expira el 30 de junio.

¿Y si estamos ante los últimos partidos de Torres en su Atleti? No es cuestión de pedir su titularidad. Simeone le utilizará cuando lo estime conveniente, como hizo la pasada campaña cuando le puso, por primera vez desde que le repescó, tres partidos seguidos de titular y Torres le devolvió la confianza con goles. Y El Niño ayudara, desde el césped o desde fuera, al Cholo ahora que vive su peor momento como entrenador colchonero. Su vuelta fue un suceso que trascendió al Atleti. Casi 50.000 almas le recibieron en el Calderón un 4 de enero de 2015. El ambientazo fue emocionante: dejó preciosa aquella mañana de sol de invierno. Su vuelta mejoró LaLiga. Y su enorme relevancia hace que, sin dramas ni debates, no pasen inadvertidos los que pueden ser sus últimos partidos en España y en su Atleti. ¡Hoy juega Torres! (un rato). ¡Disfruten del Pecas!