La valentía cambió al Atlético

¡Qué pena de primer tiempo! El Atlético, en el segundo periodo, fue valiente, recuperó la esencia del Cholismo y mereció, como mínimo, el empate. Gabi y Fernando Torres ejercieron de revulsivos y, de momento, todavía se puede mantener la esperanza, aunque la machada de la final se antoja poco menos que un milagro, pero la verdad es que Messi y sus compañeros tampoco están para sacar pecho. Lo que no tiene nombre fueron los 45 minutos iniciales. Pueden pasar a la historia de lo peor que se ha visto en el Calderón en sus 50 años de vida y el Barcelona se paseó, parecía que estaba jugando la pachanga de los jueves.

El cambio fue radical tras el descanso. Es este el Atlético de Simeone. Con el gol de Griezmann el Calderón se convirtió en una fiesta. Como siempre la afición fue lo mejor de los colchoneros. Griezmann, tampoco hay que olvidarlo, facilitó con un error lamentable el gol de Luis Suárez. Luego se dejó todo lo que tenía, pero de cara a la recta final de esta temporada lo que tienen que aprender los colchoneros es recuperar su imagen osada y valiente y olvidarse del miedo encerrándose en el área de un Moyá —vaya paradón en la falta de Messi— que es una ventaja para los adversarios. El Barcelona queda como favorito, pero si el Atlético repite la imagen de la recta final de ayer, todavía habrá mucho que hablar en el partido de vuelta.