Javier Martín del Barrio

Buen ‘Lega’, malos momentos

Los partidos de fútbol son 90 minutos, dicen. Mentira. Los partidos de fútbol son momentos en esos 90 minutos. Y el Leganés, ayer, en el Vicente Calderón, no erró a lo largo de los 90 minutos. Erró en momentos. Puntuales y catastróficos. Decisivos y mortales. No es la primera vez. Ya le ha sucedido en otras ocasiones.

Un par de esas pifias pusieron el choque cuesta arriba a los pepineros. Ambos lucían barba y pinta de pivot griego. Siovas debutó de blanquiazul con una mala noche después de no jugar competición oficial desde el 26 de octubre. Aquel día su rival fue el Platanías en la copa helena. Anoche el enemigo era el subcampeón de Europa. Un abismo. No se lo tengan en cuenta. Ahí hay central. Pero esta vez falló. Lo suficiente para que un Atleti de palpitar frío y dinamita caliente matase la digna imagen pepinera en la ribera del Manzanares.

El Lega retornó a Butarque sin puntos, pero con confianza. Buena noticia en medio del diluvio. En su estado clasificatorio lo relevante es sumar, pero tras la mala imagen dada contra el Celta, era fundamental recupera el pulso de las emociones, el orgullo de tutear por momentos a un gigante de Europa. Y más con lo que llega. En el horizonte emerge una final con mayúsculas. La visita del Sporting dentro de siete días es media temporada para los de Garitano. Contra aquellos rojiblancos habrá dinamita. Frente a éstos, los madrileños, Bueno incrementó la media de peligro pepinero.

Dosis de optimismo en medio del tormentón que empapó las gradas, pero no a los visitantes. No hubo baño al Leganés. No. Por mucho que el resultado diga lo contrario. Lástima de marcador. Ya se sabe: el fútbol es un deporte de momentos.