El Atleti vio pasar de largo la remontada

El Barça se ha metido en la final de Copa, pero el Atlético se lleva el respeto de todos. Bien mirado, ha sido mejor que el Barça en tres cuartas partes de la eliminatoria. El Barça mandó en el primer tiempo en el Calderón, el Atlético fue mejor el resto de la semifinal. Barrió al Barça en la segunda mitad del Calderón, con un juego brioso y entusiasta, y de nuevo fue mejor ayer en el Camp Nou, con un fútbol no tan vibrante, pero más convincente. De una solidez tremenda. El Atlético no estará en la final, con la que soñaba para despedir el Calderón, pero dejó sensación de ser equipo capaz de cualquier cosa en la Champions.

Fue mejor que el Barça desde el principio. Fue mejor once contra once, once contra diez y diez contra diez. Pero el fútbol es un juego de instantes. Todo el afán de minutos y minutos se condensa en unas cuantas jugadas dramáticas en las áreas, y ahí es donde el acierto, el desacierto o la pura suerte, deciden quién es el ganador. Instantes fugaces en los que está el partido. Como en el Calderón, al Atlético le salió cruz en casi todos los momentos decisivos. Ayer le anularon un gol legal a Griezmann y Gameiro falló un penalti. Con esos dos goles, habían salido las cuentas: 1-3. Eso sin contar bastantes ocasiones repartidas por todo el partido.

Mal el Barça. Acogotado de salida, con su línea media incapaz de imponerse. Le costaba salir de su campo y conectar con Messi. Una de las pocas veces que lo consiguió, el genio montó un desavío en la defensa atlética que acabó en gol de Luis Suárez. El Atlético no se desanimó ni con eso, jugó una gran segunda mitad, en la que el Barça sólo apareció otra vez por Messi, con un tirazo de falta al larguero. Pero el campo, el balón y la fe fueron del Atlético. El Barça vivió una agonía, nervioso y encogido, con el Atlético sacudiéndole por las solapas. Pero no llegó el gol que hubiera abierto la puerta de la prórroga. Las cosas del fútbol.