Callejón lleva ya cuatro años brillando en su espléndida aventura napolitana. Tanto tiempo en Italia nos ha hecho casi perder la referencia de un canterano excepcional. Por capacidad, compromiso y rendimiento. Como quien no quiere la cosa, José se nos ha hecho un hombre maduro y un jugador con tablas contrastadas. Este sábado cumplirá 30 años. ¡Quién lo diría! Yo le sigo viendo como aquel extremo intrépido con peinado de Loquillo que en los dos años en los que se matriculó con Mourinho dignificó el oficio de CSP (Canterano Sobradamente Preparado). En la retina nos queda esa imagen sorprendente en Mestalla con Mou subiéndose a sus lomos o la del alirón liguero en el Bernabéu donde el motrileño se la devolvió al míster subido a su grupa.

Lo bueno que tiene Callejón es que en Nápoles ha aprendido a aclimatarse a una ciudad muy especial y con un aire sureño, como es su Motril natal. Allí ha hecho migas con Pepe Reina y Albiol, formando el tridente que enarbola la bandera de España cada fin de semana en San Paolo. Habrá que darle un abrazo el miércoles antes del partido, pero nada más. Callejón es un ganador nato y no tendrá piedad de su Madrid si tiene la ocasión de perforar a Keylor o de asistir a Mertens o Insigne, los otros dos cuchillos jamoneros del ataque napolitano. José, será un honor verte de nuevo. Orgullosos de ti.