Liderando bajo la lluvia

Ánimo jabatos. Fue un sábado cruel con las lesiones. Empezó con Aleix Vidal en Vitoria (cuando se dan estos percances no existen los colores) y siguió con Tano y Danilo en El Sadar. El fútbol muestra su perfil más doloroso cuando un jugador se rompe. Los tres acabaron en el hospital. Que vuelvan cuanto antes. Una pena.

Líderes fugaces. Los compañeros de Barcelona abrían ayer sus portadas sugiriendo que el Barça acabaría la jornada como líder. Que ganasen los de Luis Enrique en Mendizorroza ante un Alavés agotado por la gesta copera era más o menos previsible. Pero dar por derrotado al Madrid en Pamplona era desmerecer a un equipo que es LÍDER con mayúsculas. Con dos partidos menos, ahí está en la cumbre de la tabla. Si ganan en Mestalla (día 22) y Balaídos (¡quien sabe cuándo!) dejarían al Barça viajando por la A-7. Valoremos como merece el triunfo ante Osasuna. Tres puntos de oro que pueden valer un título. No olviden que en las tres últimas Ligas ganadas por los blancos (2007, 2008 y 2012) se consiguió vencer en Pamplona. Premonitorio. Casemiro resumió bien el sentir del vestuario en su cuenta de Twitter: “Ya era hora de que nos tocara luchar por lo nuestro. Muchas ganas”.

Efecto Keylor. Tanto hablar del posible fichaje de De Gea o de Courtois (ambos deslizados por el propio club) alimentó el orgullo y la casta competitiva de Keylor Navas. El tico es un líder en la caseta. Me consta. Sus compañeros le arropan porque saben lo duro que es ser portero del Madrid cuando te están buscando sustituto. Keylor ya pasó por este suplicio el 31 de agosto de 2015 y nueve meses después levantó la Undécima... Keylor es mi portero.

Bendito césped. Hay que agradecer a Osasuna su fair play, dado que no tuvo inconveniente en estrenar su nuevo césped ante un rival plagado de jugadores técnicos y cualificados. No quiso buscar ventaja con el pasto. Lo que no midió es que los tepes han llegado desde Portugal. La hierba de su tierra le debió oler bien a Cristiano, que enchufó el 0-1 con un derechazo muy suyo. Se está reinventando y ya lleva 21 goles este curso. Además dio una asistencia de genio a Lucas en el 1-3 al dejar pasar el balón entre sus rocosas piernas. Y hubiera hecho doblete si el árbitro hubiera pitado un claro penalti que él mismo sufrió. Nunca se fue. Cristiano siempre está ahí.

Experimentos. Zidane debió leer esta cita magnífica de Muhammad Alí antes de confeccionar el once: “El que no es lo suficientemente valiente para tomar riesgos no logrará nada en la vida”. Dejar una defensa con tres centrales y poner a Danilo y Marcelo incrustados en la medular me pareció un riesgo innecesario. Pero cuando entró James se recuperó el dibujo y el sentido común del despliegue táctico. Zizou, mejor así.

A por el Nápoles. Ahora que ya ha pasado lo peor, la afición pone sus ojos en la cumbre europea del miércoles ante el Nápoles, con Maradona de testigo. La Liga es prioritaria tras varios años de barbecho, pero la Duodécima excita lo suyo. Me lo recuerdan Neme, Pacho, Natalia, Inma y Buti del grupo ‘Madridistas Bar Londres’ de Pamplona, así como las peñas de Ávila (hoy animarán al Juvenil de Guti frente a los Colegios Diocesanos), Segorbe, Alfoz, Toro, Peralta, Briviesca y ‘Hala Madrid’ de Miranda de Ebro. Todos ellos reventarán el miércoles el Bernabéu. Vuelve la Champions. Vuelve la magia. Vuelve el Madrid...