El deporte reparte emociones

La vida avanza sin freno. Jornada a jornada. Y el deporte nunca para. Terminamos cada año corriendo la San Silvestre y lo empezamos saltando sobre unos esquís en Garmisch-Partenkirchen. Y así día a día. El deporte reparte emociones. Cuando unos lloran la derrota, otros sonríen por la victoria. Ayer tocó la tristeza de la eliminación de España en la Copa Federación. Se esfumó el sueño del doblete con Conchita Martínez de capitana: Davis-Fed Cup, que sí pudo disfrutar la República Checa en 2012. Las campeonas de cinco de las seis últimas ediciones fueron un muro demasiado alto para Muguruza y Arruabarrena. En las Copas de la Reina de waterpolo y baloncesto, las sonrisas las lucieron dos clásicos: el CN Sabadell y el Perfumerías Avenida. El deporte femenino crece y crece.

En la semana que hoy comienza tenemos los Laureus, esos Oscars del deporte. Y la Vuelta a Andalucía, con Contador, Valverde y Landa. Hay que agradecer a los ciclistas que ya no se tomen las carreras como un entrenamiento: salen siempre a competir, como demostró el sábado el propio Valverde en Murcia. Y disfrutaremos también de dos de los eventos de baloncesto más atractivos: la Copa del Rey y el All Star NBA. La emoción y el espectáculo. Tras perder ayer ante el Unicaja, a Pablo Laso le recordaron que siempre había ganado con el Real Madrid el anterior partido de Liga antes de llegar a la Copa. “Me da igual”, respondió el técnico. En Vitoria ya no podrá responder lo mismo: una derrota te manda a casa. La vida avanza sin freno. El deporte nunca para. Y aquí se lo vamos a seguir contando.