Zidane despista a todos

Que el líder visite al colista de LaLiga y se proteja con cinco defensas es, por lo menos, sorprendente. Ir con precauciones al Pizjuán tiene un pase, pero plantear un partido a la defensiva ante un rival que sólo ha ganado un partido en lo que va de campeonato es síntoma de debilidad. La fórmula, ya empleada por Zizou y nunca con éxito rotundo, refleja cierta desconfianza en su equipo, como si no viera capaces a sus jugadores de salir a dominar a los rivales. Luego, además, la pretensión de estar más seguros no se cumple, porque el equipo queda menguado en el centro del campo, no es capaz de elaborar y termina cediendo la iniciativa al contrario de turno. 

Osasuna jugó de tú a tú al Madrid durante mucho rato. Estas ventoleras de Zidane tienen desconcertado a más de uno, desde directivos a jugadores, que no aprecian sino perjuicios, uno de los más evidentes el despiste de Marcelo, que no sabe si atacar o defender. Para colmo, el entrenador reconoce que cuando pone cuatro centrocampistas el equipo está más equilibrado. Un sinsentido...