Errores que se pagan caro

Se veía venir. Y sucedió. Es cierto que el Bayer Leverkusen parecía haber superado el pequeño bache de resultados que había sufrido a finales del año pasado. Chicharito volvió a marcar y el joven Havertz, con tan solo 17 años, hizo olvidar al sancionado Çalhanoglu. El choque frente al Atlético de Madrid parecía venir en el momento idóneo, pero al final se impuso la calidad y la eficacia. El Cholo (como siempre) sabía dónde estaba el peligro de su rival y mandó a su defensa vigilar a Chicharito. No apareció, al menos durante la primera mitad. Y por tanto Havertz, destinado a alimentar al ariete mexicano como venía haciéndolo durante los últimos dos partidos de Bundesliga, no terminaba de encontrar a su mejor aliado.

se le escapó Bellarabi a la zaga colchonera nada más comenzar la segunda mitad, pero el Atlético sabía a lo que jugaba. Y lo hizo a la perfección. Cada error del Bayer (y de Dragovic en especial) iniciaba una contra letal el cuadro visitante de las que dos terminaron en gol. El tercero pudo no subir al marcador porque el agarrón de Dragovic a Gameiro empezó fuera del área (aunque acabó dentro), pero el Leverkusen no pudo quejarse en cuanto al resultado. El Atlético fue superior. Y Torres impuso justicia dejando la eliminatoria sentenciada.