A Simone Zaza ya se le ve ‘barato’

Aquellos que no pudieron escaparse antes del trabajo o a los que les pilló algún atasco llegando a Mestalla, se perdieron los nueve mejores minutos del Valencia de la temporada. De largo además. Visto ese arranque y los otros 81’ restantes (más los cuatro agónicos de descuento), a cualquiera le cuesta entender que el Valencia esté dónde está en la clasificación. Pero, haciendo memoria, son pocos los partidos que los blanquinegros han jugado con tal ímpetu y también en una atmósfera como que la hubo en Mestalla, donde por fin su afición se llevó una alegría. Además, y sobre todo, hay un antes y un después a la llegada de Zaza, Orellana... y Voro, lo que confirma que la plantilla se quedó en verano por hacer y que en el fútbol a veces sobran inventos y falta coherencia (pregunten si no a Enzo o Parejo).

Zaza, por sus dos goles en dos partidos (precioso y de difícil ejecución el de ayer), por su juego entre líneas y por el hambre que demuestra y contagia en cada pugna por el balón, está demostrando que sí, que su precio está cerca de los 16 millones de euros que tiene de opción de compra (cuya ejecución es obligatoria si el delantero italiano juega cuatro partidos más, que a buen seguro que los jugará). Otra cosa es que el Valencia, sin competir otro año en Europa, pueda permitirse tal desembolso por un jugador. Pero ese es otro debate (no baladí, que conste) y una cuestión a resolver por Layhoon Chan, que para eso se dice que las cuentas de resultados son el fuerte de la presidenta. Pero con Zaza en el campo, el Valencia tiene lo que le faltó en tantos y tantos partidos este curso: un referente.