Godín agarra a Busquets

Empezaré diciendo que Mateu Lahoz tiene dos formas de arbitrar. Una la que vimos en Europa, serio con cara de enfado, que no da explicaciones y que sanciona lo sancionable y la otra, la que tiene por costumbre aquí, que es a su forma de entender el reglamento, dejando demasiadas entradas sin tarjeta. Aunque ayer vimos las dos vertientes.

En el primer tiempo, la suya, y en el segundo tiempo, mejorando mucho, no temblándole el pulso con las tarjetas, teniendo el partido controlado en todo momento. No se anduvo con contemplaciones y en el segundo acto sacó bien seis tarjetas. En el 54’ a Busquets, por una fuerte entrada a Griezmann; en el 55’ a Saúl, por soltar una patada a Neymar; en el 65’ a Savic, por otra fuerte entrada a un rival, en el 72’ a Gabi, por una entrada a Rakitic y su reiteración en las faltas; en el 73’ a Correa, por una dura patada a Mathieu y en el 81’ a Messi, por protestar una acción sobre Neymar. Esto supuso que tuvo que emplearse a fondo el colegiado valenciano para que el partido transcurriese por los cauces deportivos.

En la primera parte, en el minuto 28’, llegó la jugada más polémica. Anuló el gol de Luis Suárez cuando éste, dentro del área pequeña y en disputa del balón con Oblak, lo toca con la mano y, además, a continuación contacta con los tacos en el brazo del portero. Bien anulado el tanto.

En la segunda parte, llevó el partido controlado en todo momento y su único fallo se dio en el minuto 70’, cuando concedió gol en una acción al ejecutar Koke una falta. Godín, con el balón por el aire, agarra por el brazo a Busquets y no le suelta hasta que remata de cabeza y marca. Debió señalar la falta y anular el tanto. En el 86’ el gol de Messi es correcto, ya que Savic habilita en todas las acciones a los jugadores del Barcelona y entre ellos a Messi, que marca. En líneas generales hizo un buen arbitraje