Mikel Baena Salado

Armeros que nunca se rinden

El Eibar nunca se rinde ante ninguna adversidad. En Anoeta comenzó perdiendo, empató, vio una tarjeta roja muy controvertida, volvió a ponerse por debajo y logró igualar definitivamente justo al final. Fue un partido bronco, con muchas amonestaciones, ritmo e intensidad. Para ponerlo todavía más épico llovía a cántaros. Precioso escenario. Empezaron mejor los armeros, pero eran incapaces de generar ocasiones claras. La Real, por su parte, sí golpeó al equipo del PLAS (sí, ya saben, el tridente mágico goleador que forman Pedro León, Adrián y Sergi Enrich) que ayer tuvo dos letras menos de manera sorprendente porque Mendilibar decidió dar descanso a los dos últimos. Estaban 16 tantos ligueros en el banquillo nada menos. Sin embargo, este plan le acabó saliendo bien. A pesar de quedarse con diez jugadores, luego los txuri-urdin también lo hicieron, y recibir otro gol como mazazo tras un penalti dudoso que terminó con el técnico vizcaíno expulsado, su gran fe les hizo rescatar un valiosísimo punto de donde jamás había sacado nada disputando la Primera. El mar rugía en Donostia. No obstante, los bramidos del León murciano fueron aún más fuertes. Mirando al horizonte siguen viendo Europa.

Al bueno de Pedro nadie le echó el lazo cuando el partido agonizaba. Ya ha igualado su techo goleador, los mismos ocho tantos que firmó en la campaña 2009-10. Ha dado diez puntos con sus dianas de bandera, sólo le superan Messi (12) y Aduriz (11). Ayer posibilitó que los armeros sumaran su primer punto en la élite en Anoeta. ¿Alguien puede prohibir que se desaten los sueños en Ipurua?