Cristiano ha vuelto a tiempo

Cristiano sufrió en enero y febrero algo que conocemos como el ‘Síndrome del Balón de Oro’. Le sucedió ya hace dos años cuando recibió el preciado trofeo en la Gala de Zúrich con el famoso “Siiiiiiiuuuuu”. Es como si el crack se quedase desfondado después de una lucha tan titánica frente a Messi por alcanzar el cotizado galardón. Tanto como para rebajar sus habituales prestaciones en el campo. Pero eso ya pasó a mejor vida. Cristiano mostró en Villarreal una clara mejoría (¡aquella volea al poste…!). Y en el arreón final ante Las Palmas volvió a gritar al mundo entero: “Aquí estoy yo”. Lejos de esconderse, esta vez le quitó a Sergio Ramos su capa de héroe y firmó en los últimos minutos el doblete que tapó en parte la hemorragia provocada por la tropa de Setién, propiciada por la insensata e inexplicable autoexpulsión de Bale.

Cristiano entendió que sin el galés en la escena le tocaba dar un paso adelante. El Bernabéu se puso en ‘modo remontada’ con el 1-3 y con diez en el campo, algo que hubiera obligado a rendirse a cualquier otro equipo. Pero Cristiano hace tiempo que se impregnó de ese ADN que convierte a este equipo en un ente inmortal. Primero selló el penalti con un lanzamiento firme y a la escuadra de la portería de Javi Varas. Pero lo mejor de su repertorio se lo dejó para el minuto 89, con un cabezazo imperial, de esos que te sacuden el alma y te revitalizan el espíritu. Ese gol salvador (quién sabe si ese punto puede valer una Liga) fue, además, el 9.000 en la historia del Madrid. El crack también fue el que puso su sello en el 8.000, en una lista en la que hay otras leyendas madridistas como Raúl o Paco Gento.

Cristiano sabe la que se avecina, con Eibar (Ipurua será una salida durísima este sábado) y Nápoles a la vuelta de la esquina. El Madrid y Zidane necesitan más que nunca de su The Best, que va recuperando su versión ‘on fire’. A lo tonto ya suma 25 goles oficiales este curso y está a sólo uno de Luis Suárez en la tabla liguera (con un partido menos jugado, sigue pendiente el Celta-Real Madrid). El 7 sabe que cuando llega la hora de la verdad, en el Madrid los escondites no existen. Que nadie lo dude. Cristiano dará la cara en estos tres meses en los que el proyecto de Zidane se debatirá entre la gloria de un doblete que sería histórico (Liga 33 y Duodécima) o el patinazo que supondría perder una Liga que durante meses ha estado reposando en el microondas del Bernabéu. Cristiano tiene la última palabra. Ya lo demostró ante Jesé y compañía…