Sergio Ramos agiganta la leyenda del rematador de córners

El capitán, al rescate. Sergio se agiganta en la Champions League y, donde no le llega el fútbol al Madrid, emerge su figura, con su imponente salto, para aprovechar los córners tensos de Kroos. Su imponente físico, su valentía y capacidad para atacar el balón al primer palo le ha dado eliminatorias y finales al campeón de Europa. Será bueno acordarse de ello cuando se permita algunos excesos. Muchas de las grandes sonrisas madridistas en los últimos años tienen la firma de Sergio.

Una técnica perfeccionada. Ramos siempre tuvo las virtudes del defensa con capacidad para marcar goles de cabeza, pero con el paso de los años ha aprendido a manejar los límites, donde los árbitros no le van a pitar falta, donde los rivales no van a poder pararle y además, en pleno forcejeo, elegir el lugar adecuado donde dirigir el balón. Ha hecho del remate de cabeza en el saque de esquina una forma de vida y no hay entrenador que haya encontrado el antídoto.

El punto negro de Zidane. Los goles no pueden esconder las carencias. Sarri lo había anunciado en la previa y encontró la manera de tocarle las fibras al Madrid. Lo consiguió haciéndole superioridad a Casemiro, siempre a cinco metros del área blanca, por la derecha, donde no acudían ni Carvajal, ni los centrales y donde el pivote blanco no tenía la ayuda de Modric ni de Kroos. Desde ese punto arrancaron disparos y se filtraron los balones que se convirtieron en un permanente quebradero de cabeza. El punto desde el que Hamsik dejó solo a Mertens ante Keylor en el primer gol. El Nápoles consiguió que el Madrid sintiese que estaba jugando con fuego todo el primer tiempo.

Los minutos de Isco. El malagueño volvió a la Champions League cuando quedaban diez minutos para el final del partido. Sólo había jugado 67 minutos en la competición en Lisboa. Esta vez se quedó sin jugar James, después de su partidazo en Eibar. La enfermería de Zidane se ha vaciado y se dan paradojas como la no convocatoria de Marco Asensio. La diferencia es que Ramos hizo parecer todo bonito.