Ya sé lo que siente un jugador de la Real cuando pierde contra el Athletic un derbi vasco. Hasta ahora había jugado contra los vizcaínos cuando era pequeño, en las categorías inferiores del Real Unión, y ya entonces me parecían partidos especiales (que no quería perder bajo ningún concepto). Pero nunca lo había jugado vistiendo una camiseta txuri-urdin. Lo hice el jueves: el primer derbi de las redacciones de Bilbao y San Sebastián, organizado por LaLiga. Una bonita experiencia, sí, pero perdimos... ¡y qué rabia me dio!

Fue un anticipo (pequeñito) de lo que se vivirá hoy. Buen rollo, deportividad y gran ambiente, pero también muchas ganas de vencer al vecino. Sólo por no aguantar sus bromas, y por poder hacerlas, claro. La rivalidad se queda en el campo, aunque la procesión se lleve por dentro. Y este año, llega además con Europa en juego. La Champions está a la vuelta de la esquina, se puede abrir una brecha de diez puntos. Más razones para ganar el derbi de la verdad. No quiero pensar en perder dos veces en una semana contra los vecinos. Así que Vela, dile a tu menisco que no te dé la lata; capi Prieto repite lo de Sevilla; y Oyarzabal, ¡qué mejor que un derbi para estrenarte este año en Liga! La revancha empieza en vosotros.