Contador y Eguibar: cuando ser segundo es ganar

Un ciclista me dijo una vez una frase que me hizo pensar: “El segundo clasificado es el primer perdedor”. El enunciado es rotundo y denota la ambición de un deportista profesional. Se compite para ganar. Y si no ganas, pierdes. Como punto de partida me parece ejemplar. Pero no es menos cierto que el deporte está lleno de triunfadores que no siempre alzan los brazos. Este domingo tuvimos dos casos: Alberto Contador y Lucas Eguibar. El ciclista de Pinto lanzó un valiente ataque a 50 kilómetros de la meta, un todo o nada que le dejó a dos segundos de la victoria. No ganó la etapa, no ganó la París-Niza, pero se volvió a ganar una vez más el reconocimiento de la afición y el aplauso general. David de la Cruz y Sergio Henao se llevaron estos dos triunfos, meritoriamente. Pero el héroe fue Contador.

Por la mañana habíamos disfrutado de otro segundo puesto: la plata de Lucas Eguibar, alias Luki, en el snowboardcross de los Mundiales de Sierra Nevada 2017. Se celebró por todo lo alto, con el Rey en la grada. Hace dos años, Queralt Castellet se había colgado también una plata, pero en halfpipe. Esa misma temporada, Eguibar había conquistado la Copa del Mundo de su disciplina. España nunca ha sido un país muy competitivo sobre la nieve, pero el snowboard sí nos da alegrías. Los más clásicos estamos seducidos por el esquí alpino, pero eso no debe cegarnos. Estos deportes emergentes, tan asociados a la nueva imagen de los jóvenes, son un vivero donde trabajar para el futuro olímpico. El próximo año tenemos los Juegos de Pyeongchang. Eguibar saldrá a ganar. Pero si queda segundo también lo celebraremos.