Esta vez sólo hubo bolas templadas

El chollo le cayó al Atleti, el ogro al Madrid y el Barça no sale muy bien parado. Esta vez no se hablará de bolas frías ni calientes, se dará por seguro que todas eran templadas. Sólo al Madrid se le supone la perfidia de manipular sorteos, así que cuando le va bien es porque ha hecho trampa. Todo eso viene, lo he contado ya alguna vez, de los inicios de la Copa de Europa de baloncesto, cuando Saporta, en un anticipo de lo que luego serían las cabezas de serie, metía en una nevera, en el primer sorteo, las bolas del Madrid, el italiano, el checo y el ruso para que no se eliminaran entre sí. De eso hace ya casi sesenta años y fue en baloncesto, pero...

Así que sorteo limpio y felicidades al Atleti, que tiene ante sí lo mejor. Uno no deja de lamentar que nos hayamos perdido un doble choque Atleti-Sevilla, en la pena por esos dos penaltis fallados, pero eso es llorar sobre la leche derramada. Toca el Leicester, que es menos, pero tiene salud, energía y paz en torno a Shakespeare, su nuevo entrenador. En cuanto a la Juve, no es ninguna broma. Nunca lo es. El Barça me parece más, sobre todo si Messi se suelta dos buenos partidos, cosa que últimamente, no sé por qué, está ocurriendo menos. Le vimos poco en los partidos contra el PSG y menos aún el último día, ante el Depor.

El trueno es el choque Bayern-Madrid. Hasta estos últimos años de crecimiento tremendo del Barça, el Bayern había sido la gran fobia para el Madrid, y para muchos aún lo sigue siendo. Si hay diez episodios de su historia que el Madrid pudiera borrar, más de la mitad los escogería de sus topetazos con el Bayern. Desde un 9-1 en un amistoso a la retirada de los alemanes en un Trofeo Bernabéu, pasando por diversos bochornos en la Copa de Europa como el pisotón de Juanito a Matthäus, los cuernos de Augenthaler, el loco del Bernabéu y varias goleadas escocedoras. En fin, al menos ahora está ahí la cara amable de Ancelotti.