El Movistar ganó, pero no se aplicaron las reglas

El Movistar logró su décima victoria de la temporada en la crono por equipos de la Volta. En lo que va de 2017, sólo tres estructuras han ganado más: Orica (12), BMC (14) y Quick Step (16). El triunfo le sirvió para homenajear a José Joaquín Rojas, lesionado de gravedad en la penúltima jornada de la Vuelta de 2016. Recuperado de una fractura abierta de tibia y en su cuarto día de competición, se vistió de líder de la carrera. Alejandro Valverde, 100 éxitos ya en su palmarés, sacó 46 segundos a Froome y 1:15 a Contador. Pero…

Rojas, falto de ritmo, iba a cola y empujó levemente, al menos, a Amador y a Oliveira. Sus gestos fueron captados por las cámaras de la televisión, y los corredores del BMC, derrotados por sólo dos segundos, no tardaron en reaccionar con enfado en las redes sociales. “Vamos, Movistar, hacer eso no está permitido”, acusaron Van Garderen y Dennis. La queja estaba fundada porque la norma de la UCI es muy clara. El artículo 2.5.018 estipula lo siguiente: "Los ciclistas, incluso del mismo equipo, no deben impulsarse unos a otros".

A Óscar Freire le costó una etapa en el País Vasco de 2011 un empujocinto similar de Luis León Sánchez, cuando ambos compartían maillot en el Rabobank. El Lampre impugnó y los jueces otorgaron la victoria a Francesco Gavazzi, segundo clasificado. Un gesto tan deportivo como el de Simon Clarke en el Giro de 2015 les costó dos minutos de sanción a él y a Richie Porte, beneficiado por la rueda de su compatriota después de haber pinchado.

Ante las reclamaciones del BMC y del Trek, y en un intento por inventar algo para contentar a las partes sin perjudicar al Movistar, los comisarios de la Volta metieron tres minutos a Rojas (dos a Amador y uno a Oliveira), y el liderato pasó a manos de Valverde. Si las reglas se redactan para cumplirse, aunque en algunos casos no sean justas, el Movistar no tendría que haber ganado: el castigo asciende a un minuto para cada corredor de la escuadra, con una multa de 200 francos suizos. Como el que recibió el Cervelo en la CRE de Qatar de 2010. Peligroso precedente. Otro más.