Un Madrid-Barcelona con guasa

El Clásico de este miércoles venía cargado de morbo, porque el Real Madrid podía dejar matemáticamente fuera de la Euroliga al Barcelona. Una victoria en el Palacio servía para certificar la condena de su eterno rival. Pero no habrá caso. El Efes turco hizo este martes los deberes en Lituania y, con su triunfo sobre el Zalgiris, eliminó al equipo de Georgios Bartzokas. Que el Barça no esté entre los ocho mejores de Europa, en ese cruce de cuartos que abre las puertas de la Final Four, ya es un fracaso por sí solo. Y mucho más a falta de cuatro partidos. Un Clásico es un Clásico, así que queremos pensar que habrá un duelo tenso, con el honor en juego, un honor herido. De lo que sí estamos seguros es de que el Barcelona se encontrará esta jornada mucha guasa en la grada. Inevitable.

¿Qué le ha ocurrido al Barcelona para caer en este pozo tan profundo? Es difícil señalar una sola razón. Como diría el compañero Juan Jiménez, “da para un serial”. Por un lado está el estreno de entrenador, Bartzokas, tras una época fecunda con Xavi Pascual. El griego, que en 2013 le ganó una Euroliga al Madrid con el Olympiacos, no ha sabido hilar los mimbres. La plaga de lesiones tampoco le ha ayudado mucho. Sólo tres jugadores (Rice, Tomic y Vezenkov) han podido disputar los 26 choques en Europa, donde ha utilizado hasta 18 efectivos, más que ningún otro equipo (Maccabi y Darussafaka han usado 17). Otra clave ha sido el exceso de confianza en un líder como Tyrese Rice, que al final no ha dado para tanto. Y, para colmo, nuestro admirado Navarro se nos ha hecho mayor.