Dudamel da un volantazo para llegar a Qatar

No hay nada más frustrante en el fútbol que saltar al terreno de juego sin apenas opciones reales de nada. Es como cuando te presentas a la prueba de admisión de la universidad sin haber tocado un libro. Vas obligado, pero le pones valor y por lo menos aprovechas para ver las preguntas y así te haces una idea de lo que te puede caer al año siguiente. Algo parecido vive ahora mismo la selección de Venezuela en la fase de clasificación para Rusia 2018. Todo lo que pase a partir de ahora servirá como experiencia para afrontar con mayores garantías la clasificación de la próxima cita mundialista. Nadie va a tirar la toalla porque Dudamel ha optado por salirse del sendero que nunca llevó a la Vinotinto al lugar deseado (el maldito Mundial) con un brusco volantazo. Se ha cargado a algunos pesos pesados del vestuario en detrimento de sangre fresca y de futbolistas jóvenes que se han mostrado en las inferiores para comerse el mundo.

Aunque algunos de los fusilados de la lista han caído con sorpresa. Los casos más extraños son los de Vizcarrondo y Rosales. El primero tiene su parte de lógica. El central es de los venezolanos con mayor caché del futbol venezolano al jugar en el Nantes, pero su edad es una losa difícil de soportar teniendo en cuenta que en caso de alcanzar el sueño de Qatar lo haría con 38 años.

El argumento de Rosales parece menos consistente, aunque el seleccionador lo quiso achacar a su baja en la Copa América y la buena actuación de su sustituto Alexander González. El lateral no está al nivel del año pasado pero sigue siendo un estandarte en un Málaga a la deriva. Y los 28 años no parece una edad para prejubilarle. Llegaría al siguiente Mundial con 33 años. Víctor García y Alexander González son las apuestas personales del seleccionador para ocupar el carril. El primero no es titular indiscutible en Nacional, último clasificado en la liga portuguesa. Y el segundo es un interior de largo recorrido en el Huesca, pero a años luz todavía del malaguista.

Además, la teoría de la edad respecto a la caída de Vizcarrondo y Rosales de la convocatoria se desploma cuando aparecen en la lista jugadores como Tomás Rincón y Christian Santos, ambos de la misma edad que Rodales. Es más, Alejandro Guerra, uno de los referentes de Venezuela, también está a sus 31 años de edad. Probablemente Dudamel haya decidido apostar por jugadores que conoce de las categorías inferiores de Venezuela. Algo respetable también, pero con cierto riesgo.

Sea cual sea el motivo de esta revolución, lo que está claro es que Venezuela no ha rendido como se esperaba hasta ahora. Prácticamente se ha esfumado de nuevo el sueño del mundial y un cambio de rumbo no dejará peor a una selección que busca dar una alegría a un país dividido y con la cabeza llena de problemas del día a día y de sueños por cumplir. Por lo menos merecen este logro, el de estar al fin entre las mejores selecciones del mundo.