Mbappé tiene sólo 18 añitos, pero ya tiene la cotización de un futbolista de élite. Un proyecto de grandísimo jugador que parece salido de una fusión entre Henry y Ronaldo (el brasileño). Me preguntan los más desconfiados que cómo se puede plantear un desembolso de más de 100 millones de euros por un chaval tan joven. No comparto tanto resquemor sobre este francés osado y talentoso que está a punto de saltar al star system. Me pregunto quién dudó de Raúl con 17 años, cuando debutó en Zaragoza, o de Ronaldo cuando deslumbró a esa misma edad en el PSV Eindhoven. El propio Pelé jugó un Mundial en Suecia (1958) también con 17 años y Maradona ya anunciaba piel de crack de época antes de ser mayor de edad. No tengo la bola de cristal para asegurar que Mbappé se consagrará en el Mundial de Rusia como uno de los grandes, pero lo que sí les puedo asegurar es que este servidor, como tantos otros aficionados al fútbol, nos hemos quedado hechizados por la versatilidad, la velocidad, la calidad, el descaro y el gol que ha demostrado en los dos partidos de Champions ante el City de Guardiola. Mbappé es especial. Se huele. Se ve. No es uno más. Por eso el United de Mourinho se atrevió a ofrecer al Mónaco 110 millones de euros al contado, aunque se encontró con la negativa del club francés. Saben que tienen un diamante en bruto y cuanto más tiempo lo retengan mayor será la cantidad que obtendrán por su venta.

El Madrid no debe volverse loco. Pero es cierto que la BBC empieza a mostrar algunas arrugas y que este chaval puede marcar un época. El Madrid está obligado a estar bien posicionado ante la irrupción del Ferrari del futuro. Mbappé no ha dicho su última palabra en esta Champions y podría ser una de las grandes revelaciones de Rusia 2018. Y el chico es madridista confeso. Eso también me motiva. No hay que contarle qué es el Madrid y lo que significa defender su sagrado escudo. Él quiere ser como su ídolo Zidane y también respeta y admira a su compatriota Karim. Florentino lo dejó caer en Radio Montecarlo: “¿Juntos Benzema y Mbappé? Todo es posible”. Después de dos veranos sin galácticos, ya toca. Y esta vez, mucho más que justificado. Mbappé no es Pogba. Este chaval tiene juventud, hambre y ADN madridista. Yo me lanzaba a por él. Sí o sí.