El árbitro Michael Oliver tuvo un partido más que plácido

Falta a Piqué (8’). Falta sobre Piqué, que cae aparatosamente de espaldas y se hace daño, pero no es merecedora de tarjeta.

Fuera de juego (23´). Señalan fuera de juego de Diego Costa, pero lo es por centímetros. Curiosamente, sólo hubo dos en todo el partido.

Merecía tarjeta (42’). Ben Haim da una patada por detrás y arriba a Carvajal. El colegiado debería haber mostrado tarjeta. Este es el problema de los árbitros británicos cuando salen de las Islas, están tan acostumbrados a la Premier que les cuesta.

Falta de Silva (53’). El canario para protegerse en una jugada le mete el codo en el cuello a un jugador israelí. El colegiado debería haber señalado falta.

Una única amarilla. Un partido muy limpio como demuestra que en el minuto 73 sólo se habían señalado 11 faltas. La primera amarilla fue en el 76’ a Dasa y por protestar una falta al borde del área. La falta, que había sido cometida por Cohen, fue una faltita, de esas que si hay cristales en el suelo ni te tiras.

Agarrón. En la jugada en la que David Silva habilita y deja solo a Vitolo y parecía que iba a acabar en gol, Dasa había agarrado a Vitolo en el inicio de la carrera y eso le quitó la posibilidad de llegar antes al remate.