Interior. La talla de Francia concretará la situación actual de la España de Lopetegui. Los partidos de Bélgica (63% de posesión y 10 ocasiones de gol) e Israel deben ser un buen punto de partida. La Selección tiene que potenciar su fútbol en zonas interiores bajo una circulación de balón dinámica.

Ventaja. Tampoco sería conveniente perder la referencia del ala izquierda. Se presupone la titularidad de Jallet, jugador de escasas credenciales, en el lateral derecho galo. Jordi Alba, entonado con España, opción interesante para derribar a Francia.

Ataque galo. No apunta a ser un partido de un único campo. Las posibilidades de los ‘bleus’ en ataque resultan notorias. Posee vuelo y frescura con Dembelé, Griezmann y Lemar y llega a zonas de remate (promedia 14 disparos por choque tras la Eurocopa). Se espera una respuesta adecuada de España.

Repliegue. El vigor atlético de Francia le obligará a mantener el estado de alerta todo el encuentro. Contra Israel desatendió sus compromisos defensivos en diferentes momentos, algo inexcusable hoy. Quedará desabrigada sin el retroceso del trío de centrocampistas y los laterales después de pérdida.