Piqué, valores y cobardía

No he escuchado a ningún jugador del Real Madrid ni de ningún otro equipo referirse a los problemas con el fisco de sus compañeros del Barça. Los profesionales son respetuosos con los conflictos extradeportivos de sus colegas, menos Piqué, en cuyos valores, por encima del respeto, está el antimadridismo. En París no solo despreció el triunfo de la Selección ante Francia, que debió parecerle una cosa menor para anteponerla a sus fobias, sino que se permitió poner el foco mediático sobre la investigación que se realiza a Cristiano Ronaldo. El portugués, del que la justicia dirá si está al corriente o no en sus tributaciones, y si no lo está que pague como todos, debe estar encantado con que un supuesto compañero utilice los medios para señalarle como privilegiado por Hacienda.

Me imagino que le dará las gracias cuando se encuentren en el Clásico del próximo día 23. Por otra parte, estando como estamos en una cruzada para expulsar a los ultras del fútbol, no podemos confundir la gracia y la chispa con el agravio y el ultraje. El mensaje premeditado y despectivo contra los valores de un club es recogido con algarabía por los exaltados que se creen alentados en su odio. Hasta Joan Gaspart ha tenido que llamarle la atención.