Eusebio y su dilema del estilo

No se apuren. Por mucha apariencia de sesudo que tenga el título de esta humilde columna de opinión, sólo pretende ser una opinión más sobre el ya famoso estilo de juego que quiere practicar Eusebio en su Real Sociedad. Un estilo que hasta ahora ha funcionado a las mil maravillas. Y que ha llevado al equipo txuri-urdin a codearse con su rival en esta jornada, el Atlético de Madrid, por la cuarta plaza de Champions. De hecho, así le ganó de forma merecida en Anoeta en la primera vuelta. Eso querrá decir algo. Que funciona. Vamos, digo yo. Y podemos encontrar bastantes razones para ello. Citaré tres. Primero, un once tipo de muchas garantías y en plenitud de condiciones. Segundo, una propuesta inesperada para muchos rivales, que precisamente por eso no sabían cómo defenderla. Y tercero, unos jugadores que le venían a ese estilo como anillo al dedo.

Hasta aquí todo correcto. Pero el problema es que ahora ese estilo que había llevado a la Real hasta la cuarta plaza se ha atascado. Y eso ha hecho que los donostiarras se despidan del sueño de volver a la Champions en apenas tres jornadas. Y las mismas tres razones que habían funcionado hasta ahora se han convertido en su perdición. Primero, el once tipo de garantías está quemado físicamente, llega justo de fuerzas a final de temporada. Segundo, esa propuesta fresca ha perdido su frescura y se ha convertido en demasiado previsible, porque los rivales ya conocen a esta Real y saben cómo jugarle. Y tercero, algunos de esos jugadores que interpretaban ese estilo a las mil maravillas se han ido lesionando, y ha quedado en evidencia que la segunda unidad no interpreta tan brillantemente la sinfonía que quiere tocar Eusebio, porque para a algunos puestos no hay recambios naturales.

Por eso, ahora el entrenador de La Seca se debate ante un dilema crucial, que puede llevar a su Real a redondear lo que debería ser una gran temporada o a emborronarla hasta el extremo de quedarse sin Europa. No es por tanto un dilema baladí. Porque es muy loable que Eusebio crea firmemente en sus ideas, las defienda y las intente desarrollar para mejorar y crecer. Pero quizá también debería plantearse que hay momentos en los que cambiar puede significar un paso más para indagar en la mejor de tu estilo, porque si mantienes la esencia, no eres infiel a tu idea. Sobre todo cuando te faltan los jugadores claves para poner sobre el césped el modelo de juego que quieres, como es el caso de la ausencia de Illarramendi. No vaya a ser que el mismo estilo que nos ha traído hasta aquí, sea desde aquí nuestra perdición. Valóralo Eusebio.