Unicaja, "ese club de baloncesto..."

Unicaja, ese “club de baloncesto que tiene un banco”, que así explica su patrón Braulio Medel la implicación de una marca casada al Club Baloncesto Málaga, completó una de las hazañas más bellas de su historia y levantó su primera Eurocup después de una ruta imposible en la que tumbó sucesivamente a Lokomotiv, Bayern y Valencia siempre con desventaja de campo. Once años después, no es un título más. Le permite regresar a la Euroliga, competición de la que fue descabalgado en 2015 en los despachos. Unicaja vuelve como mejor se resuelven estas cuestiones de honor: en la pista de baloncesto.

El partido tuvo un héroe, Jeff Brooks, un chico de Louisville, patria del inolvidable Muhammad Ali. Buena madera hay en Kentucky. Su tapón a Rafa Martínez entra en la fotogalería de imágenes icónicas de la historia del club. Como el triple de Garbajosa en Vitoria (2006) o el de Pepe Sánchez que le llevó a la Final Four de Atenas. Y seguro, por qué no, el de Ansley en aquella mítica final contra el Barça en el 95. Aquel nunca entró, pero sí lo hizo en los corazones de la gente de Málaga, que siguieron en procesión a su equipo y nunca lo dejaron hasta convertirlo en un grande. El deporte es tan grande que hace un mes en Málaga, después de caer anónimamente en cuartos de Copa, se hablaba de fin de ciclo. También del fin de Joan Plaza, destinado a un adiós con sello de profesionalidad, pero sin mucha gloria. Desde ya es un héroe. Va a tener muchos años para comprobarlo. Que le pregunte a Scariolo, que ya nunca quiso marcharse. Málaga te lo da todo.