Creo que todavía no somos capaces de medir el impacto positivo que han tenido las dos finales de Champions cien por cien madrileñas. Para muchos el hecho de que dos equipos de la misma ciudad disputen por primera vez en la historia (y por segunda vez dos años después) el partido definitivo de la más bonita de las competiciones de clubes era algo anecdótico. Para los que pretenden hacer evolucionar LaLiga hacia la excelencia en todos los ámbitos, fueron dos acontecimientos cruciales. Personalmente, ya notaba en la Prensa y en la afición europea que el derbi entre el Madrid y el Atlético interesaba cada vez más y que describir la ciudad de Madrid como “la capital del fútbol” era algo frecuente fuera de las fronteras españolas. Pero un hecho me ha confirmado de forma casi definitiva que algo importante se estaba instalando en la mente colectiva futbolística.

Ayer recibí la llamada de Nathalie Boy de la Tour, la presidenta (recién elegida) de la Liga francesa (LFP) y de Didier Quillot, el director general ejecutivo de dicho organismo. Este nuevo equipo directivo está visitando varios países y quedando con mucha gente del fútbol europeo para pescar ideas destinadas a mejorar la liga gala. Nos vimos anoche para charlar y sé que fueron recibidos por Florentino Pérez ayer por la mañana. Lo normal hubiera sido que escogiesen el Clásico del 23 de abril para venir a Madrid, pero han querido asistir al derbi de la capital. Hoy estarán en el Bernabéu. Una prueba más de la importancia que se está ganando el partido estrella de nuestra ciudad.