Robben y ese gol con ‘copyright’

Cierren los ojos e imaginen un gol de Robben. No hay duda: galopada por la derecha, regate en zig zag paralelo a la frontal del área mientras le quita el pestillo a su bota izquierda y... zas, zurdazo con rosca ante la impotencia del portero, que ve cómo el balón se aleja y luego vuelve hasta caer en la red. El sábado, el tercer gol del Bayern al Borussia Dortmund llevó ese sello. Cada vez tengo más claro que el holandés debería patentar esa jugada. Abran los ojos y lean ahora a Robben en vísperas de un nuevo Madrid-Bayern, que no es sino Champions en mayúsculas. “Siento que estamos listos para el Madrid”, afirma. Lo está él y lo está el equipo, una máquina de hacer goles en las últimas semanas: ocho al Hamburgo, seis al Augsburgo, diez en dos entregas al Arsenal, cuatro al Dortmund…

Ancelotti ha recuperado la mejor versión de Arjen. Es el segundo goleador del Bayern en lo que va de temporada, también el segundo extranjero con más tantos en la historia del club muniqués, sólo superado por el brasileño Giovane Elber. Él desarbola por un lado, Ribéry lo hace por el otro… y a la savia nueva de Kingsley Coman y Douglas Costa no le queda otra que aguardar a que al holandés y al francés se les acabe la cuerda. Robben tiene 33 años y uno más de contrato con el Bayern. Tiene menos pelo que cuando nació futbolísticamente en el Groningen, un papel diferente al de su aventura británica en el Chelsea, achaques como los que salpicaron su etapa en el Real Madrid. Pero su zurda es la misma, una zurda de cirujano. La de esos goles con copyright. Goles a lo Robben.