Isco, Lucas y Morata para continuar la marcha en Gijón

Equipo ‘B’. Tiempo para los meritorios. La feliz noche europea del Madrid en el Allianz, con el compromiso del Bernabéu a la vuelta de la esquina, dará paso a la segunda columna en Gijón. Visto lo visto en los precedentes cercanos de Eibar y Leganés, el cambio no suscita desasosiego alguno entre el madridismo. Está probada la fiabilidad de hombres como Kovacic, Isco, Lucas, Asensio o Morata. Un dato como referencia: los meritorios han marcado el 40% de los goles (53 de 134).

Se espera a Isco. Seguramente Isco confiaba disponer de una oportunidad ante el Bayern como suplente. No la tuvo, aunque no debería de resultarle extraño. Sólo Mariano ha jugado menos en Champions. De vuelta a la pasarela procurará aparecer por dentro. En sus últimos cinco partidos como titular (Osasuna, Espanyol, Las Palmas, Betis y Alavés) se asignó tres goles y dos asistencias y promedió 42 entregas en campo rival. Precisamente el Sporting no cierra con rigor las entregas interiores. Alejar a Isco del área será su intención.

Zona de definición. El Molinón aguarda también el regreso de Morata, sin minutos en Múnich y en el derbi. El delantero, que suma 11 goles en Liga (un tanto cada 88 minutos), medirá el estado de nerviosismo de la zaga rojiblanca. Su ajetreo ofensivo puede desarticular la alianza de Meré y Amorebieta. Contará con un proveedor de lujo como Lucas. El gallego, descarte sorpresivo en el Allianz, jugará las cartas de un extremo al uso. Propone centro y desborde en su librillo futbolístico.

Ánimo local. El desconsuelo del Sporting, acuciado por la amenaza de un descenso cada vez más difícil de remediar, puede tener incidencia ante lo que le viene. Un Madrid con el mazo como Santo Grial. A ningún equipo de la Liga le rematan tanto como al de Rubi: 15 disparos recibidos por choque. Conjunto de piel fina.

Buscar a Danilo. El Sporting pretenderá testar la debilidad del brasileño, que precisará del amparo de Lucas para sujetar a Moi Gómez, con tendencia a ir hacia el centro, y el progreso de Canella. Especialmente si no juega Casemiro, insustituible en este Madrid que echa de menos su disciplina cuando no está.