Ida y vuelta. El desgobierno absoluto al que se encadenó el Madrid casi le cuesta un disgusto de aúpa. Le castigó su falta de gol en el primer tiempo, pero no se entiende su poco orden defensivo. El barullo favoreció al Bayern.

Posiciones. El rombo que propuso Zidane en la medular generó los espacios en los costados. Isco estaba desubicado sin balón y Modric y Kroos no cerraban las incorporaciones de Alaba y Lahm (12 centros al área entre ambos). El escenario soltó al mejor Robben.

Los cambios. El técnico galo quiso corregir la delicada situación dando entrada a Asensio (64’) y a Lucas Vázquez (71’). Fue una resolución acertada que sirvió para contener al conjunto bávaro. La expulsión de Vidal allanó el camino.

La reacción. Con Cristiano todo es más asequible. El portugués, desafinado en campo abierto y en las transiciones, volvió a demostrar su competencia como delantero centro. Desconectó a Hummels y Boateng con sus desmarques. Hat-trick salvador.

A la espalda

El Madrid no identificó los desdoblamientos de los laterales del Bayern por falta de jugadores en banda. Modric, en las ayudas a Carvajal, no podía con Alaba.

Dos para dos

En la otra banda sucedió lo mismo. Kroos, menos veloz, intentaba seguir a Lahm con el problema posterior de liberar la diagonal de Robben en su uno contra uno con Marcelo.