Neymar, Suárez y Messi no estuvieron

Lo mejor lo dejó el Barça para el final, y lo puso el público que, ya con todo perdido, agitó las banderas y cantó en homenaje a su equipo favorito. Agradecía así el esfuerzo de los suyos, ya que no el acierto, al tiempo que evocaba esos momentos mágicos ante el PSG, que quedan en el imaginario culé como sello de su participación en esta Champions 2016-17. Pero la verdad dura es que el Barça está fuera. Ni siquiera se acercó a la remontada. Insistió, pero apenas le sacó a Buffon una parada de oficio, en un centro al que no llegó Mascherano, ya muy al final. El resto del partido fue tranquilo para el viejo y legendario meta juventino.

El Barça tiene tres delanteros excepcionales, pero en este partido no dieron de sí lo que cabía esperar. Para darle la vuelta a un 3-0 ante la Juve hacía falta un desempeño brillante de al menos dos de ellos, o a ser posible los tres. Pero no. Ninguno pesó en el partido. La Juve es mucha Juve, cierra bien, pero de los tres de arriba del Barça podría esperarse en una noche así algo más, sobre todo de Messi. Pero les vi (en especial a Neymar y a Luis Suárez) más pendientes de presionar al árbitro que de hacer valer su destreza con el balón. El partido se les fue escapando entre intentos, protestas, ataques frustrados. Fue el fracaso de un gran ataque.

Es inevitable comparar. El Madrid le ha hecho en dos partidos seis goles al Bayern y ambas noches Neuer fue el mejor de su equipo. Ya sé que me van a hablar de los dos de Cristiano en fuera de juego, que puedo equiparar, sin problema, a los dos penaltis que al Madrid le pitaron en contra, sin serlo, uno allí y otro aquí. A muchos les gustará discutir sobre ello, y está bien. Pero más allá quedan esas paradas de Neuer, esa contundencia de Cristiano, que ha dado un zapatazo en una eliminatoria en la que a Messi no le hemos visto. Así que el Barça está fuera, el Madrid y el Atleti dentro, y todos esperando un Clásico que puede decidir LaLiga.