Alejo García

La violencia en el fútbol llega a tierras rojiblancas

Una vez más el fútbol se mancha en las categorías inferiores. Esta vez le ha tocado al Atlético: el padre de un jugador de la cantera, amenazó, golpeó e insultó a los entrenadores del equipo de su hijo. Lamentablemente esta es la tónica de cada fin de semana en el fútbol base de España. No siempre con agresiones, pero la violencia tiene diferentes formatos que se normalizan, se hace la vista gorda: insultos a árbitros, entrenadores, rivales... ¿Por qué sucede? ¿Y qué se puede hacer?

La violencia es un problema social que se está enquistando en el fútbol y en el deporte. Estos hechos tiene un efecto negativo sobre la salud y el bienestar mental del menor. Pueden marcarle psicológicamente y generar pequeños traumas; además, los niños aprenden por observación. Los máximos responsables son el Gobierno a través del CSD, la RFEF y los clubes. Se requiere de una máxima cooperación entre políticos, clubes, Policía, jugadores, padres, seguidores, árbitros, medios...

Se necesita desarrollar un proyecto nacional que aborde esta crisis. Todos los clubes de fútbol de España deben tener una escuela de padres coordinada por psicólogos del deporte, en la que se entrene en actitudes, valores y conductas, así como en el establecimiento y cumplimiento de un código disciplinario. 

Hasta que esto se consiga, si eres padre, madre o familiar sigue las siguientes pautas básicas: siéntate en la zona de espectador y disfruta, ánima en las buenas y en las malas; sé un ejemplo de comportamiento; si lo pasas mal o te falta autocontrol, mejor no asistas; y en el caso de que lo requieras, busca asesoramiento y orientación de un psicólogo del deporte.