Mouriño o Mourinho, esa la cuestión

En los octavos de Copa de la 2012-13 entre el Celta y el Real Madrid, Balaídos entonó “sólo hay un Mouriño y no es portugués”. No está el horno para bollos en Vigo a día de hoy con su presidente para que lo jalee la grada después de empecinarse en llevarse al club de la ciudad, pero no se descarta que el cántico regrese en esta eliminatoria para provocar al Special One. Mourinho contra Mouriño, o lo que es lo mismo, el favorito de la Europa League contra la revelación del torneo. Aunque el celtismo soñaba con este enfrentamiento, lo prefería en la final. La mayoría celtiña anhelaba repetir en semifinales el duelo de la fase de grupos ante el Ajax, un rival con tanto potencial en ataque como lagunas en defensa. Ahora a los tulipanes se les espera en la final. Eso supondría haber dado una campanada histórica.

Las apuestas se inclinan claramente por los ingleses. Casi todos los argumentos se decantan a su favor, salvo dos. Uno es la ilusión. Para los diablos rojos ganar este torneo es una molesta obligación y para el Celta una oportunidad histórica de levantar su primer título. El otro es el calendario. Los gallegos hace varias semanas que han convertido LaLiga en un banco de pruebas para las citas europeas, mientras que el United está metido en la pelea por la cuarta plaza con sus vecinos del City. Ahí podrían asegurar su presencia en la próxima Champions y, sobre todo, Mourinho podría ganarle el pulso a Guardiola. Jugador por jugador la diferencia en el valor de mercado es aplastante, pero con el balón por medio, nadie duda de que Aspas y compañía pueden hacerle un roto a una defensa con Shaw y Blind.